A parte de lo que todo esto implica, cuando está en blanco le brinda grandes beneficos y un porcentaje de la plata que recibe a los jubilados entre otros. Por otro lado, el trabajo en negro es uno de los flagelos mayores de nuestra sociedad. Un trabajador en negro es un trabajador ilegal. Carece de la protección de la Seguridad Social, además no tiene ni Obra Social, ni seguro de riesgos del trabajo. Esto implica que si le pasa algo en el trabajo nada se lo va a cubrir.
La gran mentira de que los empresarios se ven en la obligación de tener trabajadores en negro debido a los altos costos de la seguridad social esconde la intención de explotar a los trabajadores para incrementar los beneficios del empleador.
Un empresario que tiene un trabajador en negro inconcientemente pone en riesgo su patrimonio, dado que si su trabajador se accidenta, tanto en el trabajo como en ocasión de dirigirse a él, deberá hacer frente al pago de una indemnización que puede ser de varios cientos de miles de pesos. Aparentemente el afán de quedarse con unos malhabidos pesos lo lleva a arriesgar su futuro. Tarde vienen los lamentos.
Yo creo que es un gran error tener un empleado en negro, y ojala que las personas tomen en cuenta todos estos aspectos y no lo sigan haciendo.
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